Dos Madrileños disfrutando Panamá

Viaje a Florida

El relato de nuestro primer viaje fuera del país comienza con la preparación del mismo. Y es que encontrar una guía turística se convirtió en una tarea comparable a encontrar el santo grial.

Después de buscar en un par de librerías sin éxito, nos acercamos a Sanborns a probar suerte, y tras comprobar que no tenían ninguna de Florida en el estante de las guías, yo me empeñé en preguntar a un dependiente. No sé,  por aquello de que lo mismo tenían algunas guardadas en el almacén, o había más  colocadas en otro sitio de la tienda… en realidad nos negábamos a creer que no tuvieran una sola guía de Florida en toda la ciudad. Jolin que es Florida y no Uzbekistán…

– Hola, queríamos una guía de Florida

– Correcto. Acompáñenme.

El tipo echa un vistazo en la balda de la estantería en la que ya habíamos mirado, y le decimos que allí no hay ninguna, a lo que él contesta muy seguro:

– No tenemos de Florida, de Estados Unidos tenemos esta de San Francisco.

-Ya, pero es que la queríamos de Florida porque vamos de viaje a Miami.

[Dubitativo]-Bueno…, también tenemos la guía de Singapur, que está en oferta.

Jaime y yo nos miramos conteniendo la risa, y el tío añade:

– ¿no les interesa?

– No, muchas gracias, es que vamos de viaje a Florida.

En fin, finalmente un par de días después conseguimos el único ejemplar en una tienda de lo más pintoresca, en la que además de libros se venden artículos de droguería, decoración, souvenirs y un montón de revistas del Hola atrasadas y bastante usadas.

La guía era una edición de Fodor’s -en inglés- del 2010 y encontrarla nos hizo una ilusión comparable a…, bueno, encontrar el santo grial, ¡¡y encima venía con fotos de Mickey y Minnie!!

———————————————————————————————————————————–

Para que el viaje saliera económico habíamos comprado nuestros billetes con Spirit. Lo mejor, el precio, claro, y lo peor como siempre en estos casos las incomodidades y el horario.

El viernes por la noche nos fuimos a tomar unas cervecitas a casa de Marta y Fer, y sobre las 23hs salimos para el aeropuerto. Embarcaríamos a las dos y pico, y nuestra llegada a Fort Lauderdale estaba prevista para las seis de la mañana más o menos.

En el mismo aeropuerto, habíamos alquilado un coche para movernos durante la semana de vacaciones. Nuestro itinerario: Los Cayos, Miami, y los parques de Orlando.

El caso es que después de cabecear malamente un par de horas durante el vuelo, a las siete de la mañana ya estábamos montados en nuestro coche rumbo a los Cayos y cantando a grito pelado para no dormirnos al volante.

.

Precisamente, para levantar un poco el sueño hicimos una parada a comprar  agua y unas cookies de desayuno.

Más despejados nos dirigimos de nuevo al coche, y descubrimos al intentar abrir las puertas (no teníamos mando a distancia)  que estaban estropeadas.

El caso es que no se abría más que el maletero. Ninguna de las otras cuatro puertas se abría y era imposible empujar desde el maletero los asientos de atrás. Vamos, que ahí estábamos a mitad de camino, con un cansancio de la leche y sin poder abrir el coche. Suerte que teníamos el ordenador en el maletero, y dentro estaba la reserva del vehículo con el número de teléfono de la agencia de alquiler. Menos suerte tuvimos cuando comprobamos que la única cabina que había cerca no funcionaba, y se cortaba a los 15 segundos de empezar a hablar.

Estábamos vendidos, y de repente una hora después, se había solucionado el incidente. Pues sí, y es que los yanquis serán como sean, pero la verdad es que son bien eficientes.

Resulta que llegó al área de servicio un bombero que acababa de terminar su turno, y después de explicarle lo que nos había pasado y comprobar que el coche estaba más cerrado que un Banco por la tarde, se puso a llamar a Álamo para solucionarnos la papeleta. Luego se nos unió un bombero veterano que le dijo al primero que era buen amigo de su jefe, y en un arrebato de nostalgia llamó y despertó al jefe de bomberos. Tras un rato de charla, fue a avisar a dos policías de lo que nos había pasado.

El bombero consiguió que nos enviaran un vehículo de asistencia, y que nos prepararan un coche de sustitución en el aeropuerto de Miami.

Y ya cuando nos habíamos despedido de él, y nos disponíamos a esperar la asistencia, llegaron los dos polis a los que había avisado el veterano.

Parecían recién salidos de aquella serie, Pacific Blue, en que los polis iban en bicicletas. Pues eso, allí estaban los dos con sus pantalones cortos y sus gafas de sol.

Dimos toda la explicación de nuevo, y ellos se acercaron a su coche, sacaron una palanca de plástico con un pequeño cojín hinchable, y una barra de metal de un metro, y en cinco minutos nos abrieron el coche, con un “no esperéis a los de asistencia en carretera, encima de que os han fastidiado el inicio del viaje, menudos sinvergüenzas etc.” Nos dieron todas las explicaciones para llegar al aeropuerto de Miami, y poco después ya estábamos montados en nuestro nuevo coche rumbo –ahora sí- a Los Cayos.

CAYO LARGO, CAYO ZAPATILLA, Y PARQUES NATURALES

Los Cayos son un archipiélago de islas unidas por una carretera, la famosa US1, que empieza en Key West, el punto más al sur de Estados Unidos, a tan solo 90 millas de distancia de Cuba.

Nosotros nos alojábamos en Cayo Largo, que no tenía mucho interés en sí, pero que tenía los hoteles de carretera más baratos de la zona.

El primer día después de dejar las maletas hicimos día playero en un parque natural, para comprobar que a partir de ahora será inevitable comparar todas las playas a las panameñas. Y es que hay un antes y un después en nuestro baremo playero después de haber catado las playas panas.

Sin embargo, otras cosas nos recordaban que estábamos en USA. Duchas y baños en todas las playas del parque natural, paseos de tablas de madera impecables para pasear entre los manglares, sólidos ranchitos para barbacoas, amplios parkings con muchos descapotables…

El día transcurrió tranquilo, y después de pasar por el hotel para darnos una ducha nos fuimos a cenar a un sitio entre japonés y cajún, que nos recordó de nuevo y por múltiples razones que no estábamos en Panamá.

Nos fuimos felices a dormir… para despertarnos sobresaltados a las dos horas por la discusión a gritos de una pareja del hotel, al más puro estilo película de Hollywood. La chica juraba que no estaba borracha, y él gritaba que era una borracha, y ella se ofendía diciendo que se iba a ir… I’ll leave, I’m leaving now, I tell you that I’m leaving… en fin a su chico le importaba poco, pero nosotros estábamos verdaderamente interesados en que cumpliera sus amenazas.

Se puede decir que nuestro primer día de viaje fue totalmente peliculero.

BAHÍA HONDA Y  KEY WEST

Al día siguiente, pusimos rumbo a Key West, el sitio turístico por excelencia de los Cayos de Florida. En el camino hicimos una parada en las playas de Bahía Honda.

En cuanto a las playas reiteramos lo del día anterior. Tuvimos por vecino de playa a un señor mayor que venía de hacer submarinismo, y que muy decepcionado nos decía que ese día no había tiburones cerca de la playa. Una pena, vaya.

Un par de chapuzones, y reanudamos la marcha hacia el punto más al sur de Estados Unidos.

Key West nos encantó. Nos recordaba un poco a Bocas, con sus casas de madera de colores, de estilo afroantillano…eso sí, un Bocas del Toro dentro de 50 años por lo menos…lleno de galerías de arte, bares y tiendas. Aunque con otra curiosa similitud con nuestra ciudad panameña:

… Pues sí, también sucede en el bonito y exclusivo Key West.

.

Pateamos la ciudad de arriba abajo, disfrutando de andar horas y horas por las calles, y de un atardecer precioso con vistas al mar.

8 comentarios

  1. Isa Plas

    ME ENCANTA CHICOS, JEJEJE.

    Y eso sí, los estadounidenses son SÚPER MAJOS… Key West a mí también me gustó mucho; pero me recordaba a Port Aventura o algo así, jejeje.

    UN BESAZO A LOS.

    30 May, 2011 en 9:09

  2. Cris

    Joooooo, que recuerdos!!!!
    Quiero ver más!!Son unas fotos preciosas, espero que lo pasarais guay!

    Un besazo enorme guapísimos!!!

    30 May, 2011 en 15:11

  3. Ernesto

    Jejeje buenísimo lo del gallo

    1 junio, 2011 en 5:08

  4. ana ros

    hola wapos!!!
    q de tiempo sin escribiros ni nada! pero os sigo leyendo que lo sepais!..me alegro de veros tan felices y conociendo sitios tan pintorescos y bonitos…os mandamos un beso enorme fran y yo, y seguid contandonos vuestras aventuras en panamá que nos encantan. cuidaros muchooo!!!!

    1 junio, 2011 en 11:30

    • crisdelcastillo

      Hola preciosa,
      Nosotros hemos estado sin internet, y tenemos que poner esto al día pronto…menudo desastre estamos hechos!!
      Espero que todo vaya genial, ya estaréis impacientes por conocer a Hugo, no?
      Un beso muy grande para esos papás inminentes!

      10 junio, 2011 en 16:50

  5. Claudia

    Hola chicos, lo que me he reído con el cuento de la guía!!!! Me alegro mucho que la estén pasando tan bien. Yoyi también os lee. Un beso grande!!!!!!!

    4 junio, 2011 en 13:47

    • crisdelcastillo

      Clau!! Lo de la guía fue un puntazo, y una de tantas… Te paso el link de un amigo que le saca más punta a las anécdotas panameñas ( y se toma la molestia en relatarlas) : http://chilaquil.es/bitacora/
      Tienes pensado cruzar el charco en lo que queda de año??
      Besos para ti y para Yoyi también

      10 junio, 2011 en 17:00

  6. Iara

    Hola chicos,

    Yo encontré vuestro blog de casualidad buscando info de Florida porque como contáis al principio en la librerías brillan por su ausencia las guías de allí. La semana que viene voy a viajar por la zona y no tengo nada planeado. La segunda parte del viaje es de trabajo pero lo primeros 5 días son de ocio y mi idea es similar: alquilar un coche en el aeropuerto, directo al sur, al mar. Quiero estar cinco días leyendo bajo el sol y la sal de allí.
    Tengo varias preguntas para vosotros, a ver si tengo suerte y me contais algo:
    -Alguna casa de alquiler de coche recomendada?
    -Cuánto hay de tiempo en horas conduciendo hacia el sur?
    -Algún hotel recomendado?
    -Que zona recomendaríais que tenga playa linda y ambiente tranquilo, quizás que invite a tomarse un mojito por la noche?

    Tengo mil dudas más pero de momento con esto me dais la vida!

    abrazo

    Iara

    22 julio, 2013 en 18:06

Replica a Cris Cancelar la respuesta